El más fuerte de España

«El más fuerte de España»: una competición poco potente

La Liga Nacional de la Fuerza (LNF), que busca coronar al más fuerte de España y aspira a estar entre los hombres más fuertes del mundo, intenta posicionarse como una referencia en la competición de fuerza. Sin embargo, comparada con los grandes eventos europeos en Polonia, Islandia y el País Vasco, la liga española sufre de serias deficiencias en producción y organización. Mientras los torneos polacos destacan por su impecable ejecución y respaldo de patrocinadores, la LNF se percibe más como un espectáculo amateur, reflejando la falta de recursos y visión profesional en un deporte que merece mucho más.

El más fuerte de España frente a los gigantes europeos

El próximo evento de la LNF en Hospitalet del Infante, programado para finales de 2024, genera expectativas pero también un escepticismo considerable. Aún sin haberse celebrado, la comparación con los eventos europeos deja mucho que desear. En Polonia, las competiciones de fuerza son eventos cuidadosamente orquestados con gran respaldo financiero y mediático, lo que los convierte en verdaderos festivales que atraen a espectadores y patrocinadores por igual.

  • La organización es meticulosa: desde la selección de los escenarios hasta el manejo de la seguridad y el confort tanto de atletas como de la audiencia, todo está alineado para maximizar la experiencia.

Un reto técnico y espectáculo

Los torneos de fuerza en Europa incluyen una serie de pruebas emblemáticas que desafían tanto la fuerza bruta como la resistencia y la técnica de los competidores.

En Polonia, eventos como el arrastre de camiones, el levantamiento de piedras de Atlas, y el transporte de yokes (estructuras de gran peso que deben ser cargadas sobre los hombros) no solo son desafíos físicos, sino que se presentan como espectáculos impresionantes. Islandia, por su parte, ha desarrollado una tradición robusta en la competición de fuerza, con pruebas como el levantamiento de troncos y el deadlift (peso muerto) de autos, que son manejadas con un nivel de profesionalismo impecable.

Rene Pérez – Blogger

En contraste, la LNF a menudo falla en replicar estas condiciones. Los eventos en España se ven plagados de problemas logísticos, como la falta de equipamiento adecuado, la preparación deficiente de los escenarios, y una notable falta de medidas de seguridad. Esto no solo compromete la integridad de las competiciones, sino que también pone en riesgo a los propios atletas, además de afectar la percepción pública del deporte en el país.

Comparación con las competiciones en el País Vasco

El País Vasco, aunque parte de España, ha desarrollado una tradición única en la competición de fuerza, conocida como «Herri Kirolak» (deportes rurales vascos). Eventos como el levantamiento de piedras y la competición de aizkolaris (corte de troncos con hacha) tienen raíces profundas en la cultura local y son organizados con una seriedad y profesionalismo que a menudo faltan en la LNF.

La diferencia se hace aún más evidente cuando se observa la calidad de la producción y el respeto por las tradiciones deportivas, lo cual contrasta con los intentos más comerciales pero menos consistentes de la LNF en el resto del país.

Atletas destacados y la falta de apoyo estructural

España cuenta con talentos impresionantes en el circuito de la fuerza, pero la falta de apoyo estructural y organizativo les impide alcanzar su máximo potencial. Atletas como Roberto Rodríguez, conocido por su dominio en el levantamiento de piedras y su técnica en el arrastre de camiones, y Juan Ferrer, una promesa en ascenso con habilidades notables en pruebas de resistencia, se enfrentan a un panorama desalentador.

Ambos han expresado públicamente su frustración con la calidad de los eventos en España, señalando la falta de profesionalismo y el impacto negativo que esto tiene en sus carreras.

Urdax Magunazelaia: la voz crítica de la fuerza en España

Urdax Magunazelaia, una leyenda en el mundo de la fuerza, es una figura que ha competido tanto en España como en el circuito europeo, y no ha dudado en expresar sus críticas sobre la LNF. A lo largo de su carrera, Magunazelaia ha participado en torneos en Polonia e Islandia, donde ha observado de primera mano la diferencia en la calidad de la organización.

Ha sido un defensor vocal de la necesidad de elevar los estándares en España, argumentando que la falta de inversión y la pobre gestión no solo perjudican a los atletas, sino que también socavan la credibilidad del deporte en el país.

La controversia de los «atletas españoles» importados

Una de las controversias que ha marcado la reciente historia de la LNF es la inclusión de atletas extranjeros bajo la etiqueta de «españoles».

Esto ha generado debate entre los seguidores del deporte, especialmente en casos como el de Matthew Riddall, un británico que compite en la liga española pero que no habla el idioma ni tiene conexión cultural con el país.

Este tipo de decisiones ha sido criticado por figuras como Roberto Rodríguez, quien sostiene que representar a un país en el deporte de la fuerza debe ir más allá de simplemente participar en su liga, sino también implica un sentido de identidad y pertenencia.

LNF: desafíos y evolución

La Liga Nacional de la Fuerza fue fundada con la intención de proporcionar un espacio competitivo para los atletas de fuerza en España, pero su trayectoria ha estado marcada por numerosos desafíos. Desde sus inicios, la LNF ha luchado por captar la atención del público y asegurar el apoyo necesario para elevar la calidad de sus eventos. A diferencia de otras ligas europeas que cuentan con un sólido respaldo institucional y patrocinadores comprometidos, la LNF ha dependido en gran medida de esfuerzos individuales y una estructura organizativa frágil.

Estándares de la LNF

Las pruebas en la LNF han evolucionado con el tiempo, pero aún quedan rezagadas en comparación con las competiciones europeas. Desafíos como el «Car Walk» (caminar con un automóvil cargado sobre los hombros), el levantamiento de troncos y el «Deadlift» con pesos incrementales son comunes, pero la calidad de los equipos y la preparación de los escenarios a menudo no están a la altura. Problemas recurrentes incluyen la falta de acceso a equipamiento de alta calidad, áreas de competición mal acondicionadas y una insuficiente atención a los detalles técnicos que pueden marcar la diferencia en el rendimiento de los atletas.

Juan Ferrer

Uno de los talentos más prometedores de la fuerza en España, ha comenzado a destacar no solo a nivel nacional, sino también en competiciones internacionales. Su dedicación y enfoque profesional lo han llevado a competir en eventos donde la organización y el apoyo a los atletas son significativamente mejores que en la LNF.

  • Ferrer ha sido claro en sus declaraciones sobre la necesidad urgente de una reforma en la liga española, enfatizando que sin una mejora en los estándares de organización y producción, será difícil para los atletas españoles competir en igualdad de condiciones con sus contrapartes europeas.

Urgente necesidad de reformar «El más fuerte de España«

El más fuerte de España necesita una transformación profunda si quiere estar a la altura de sus competidores europeos. La mejora en la organización, la calidad de los eventos y el apoyo a los atletas no solo es esencial para el crecimiento del deporte en el país, sino también para atraer a patrocinadores y medios que puedan dar visibilidad y relevancia a la liga.

Adoptar las mejores prácticas de las ligas polacas e islandesas, que han demostrado ser modelos de éxito, podría ser el camino para revitalizar la LNF y hacerla competitiva en el ámbito internacional. Solo con estos cambios, España podrá consolidarse como una verdadera potencia en el mundo de la fuerza y ofrecer a sus atletas una plataforma digna de su talento y esfuerzo.

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